Dorothy

Y acabar con todo esto cuando palidezca tu imagen en el espejo, como tantas veces. Cuando ya no sepa quién es Frank. Porque ahora sí comprendo la dualidad entre el bien y el mal, cuántas veces lo insinuaste en el Club mientras mirabas mi copa vacía.

Pero yo te prometo, Dorothy, que volveremos a pertenecer a los sueños, y que en ellos seremos mejores. Seremos sexo y secretos, taimados fetiches, uno con el otro. Lo seremos.

Y si la pesadilla pierde tu morboso aura, dejaremos de ser de terciopelo.

Y si la gente olvida tu triste crimen, dejaremos de ser azules.

Pero amor, te juro, seremos recordados mientras las cortinas se sigan moviendo.

Aunque San Valentín 2007 ya pertenece al pasado, nunca es tarde para un homenaje a Cupido, en una de sus muchas formas. Aunque sea ficción, realidad, pasión o dolor. De lo que fue "Terciopelo Azul".