Sin control

Sin chicha y sin limoná.

Por un lado tenemos al actor Clive Owen, uno de mis actores morbosos de un tiempo a esta parte, que interpreta a un ejecutivo que atraviesa dificultades en su vida matrimonial y laboral. Su vida se complica cuando conoce a una mujer (Jennifer Aniston) en un tranvía y ocurre un suceso desagradable. Dirige este amago de thriller Mikael Hafström. Hasta aquí puedo leer.

El guión tiene tantas trampas y situaciones risibles que alarma. La trama podría haber sido eficaz, conseguir un cierto suspense, pero todo se desmorona por un puñado de giros previsibles bochornosos. En Derailed (Sin control) nada sorprende, nada emociona, nada entretiene.

Aniston se revela aquí torpemente en un intento de mostrar sus aptitudes para otro tipo de cine que se aleja de la comedia romántica. Pero le sale mal. En un bodrio como este, tanto ella como Owen están perdidos, gran parte de la responsabilidad se la debemos al director y al guionista Stuart Beattie. Supongo que la novela de James Siegel en la que que se basa el film es mucho más agradable.
Los secundarios que las ven venir deciden tirar para adelante con lo que sea y terminar de rodar cuanto antes. Es el caso del malo Vincent Cassel, algo excesivo hace lo que puede.

No todo va a ser negativo, el final, pese a acumular toneladas de despropósitos, se deja ver. Recomiendo (desde mi humilde criterio) disfrutar del trailer y pasar de la película.

->Lo mejor: que suben nuestras expectativas en la secuencia del hotel.
->Lo peor: montones de giros y situaciones mal resueltas.

Valoración de la película: 3 sobre 10.